Por: Biól. Beatriz Astudillo
Mostrando tímidamente sus pálidas caras, las gigantescas rocas del anfiteatro acapulqueño, esas esferas impresionantes, saludan diariamente al amanecer con suaves destellos de luz, reflejos fieles del nacimiento de un nuevo día, donde el astro rey aparece majestuoso bañando a la Bahía de Santa Lucía.
Durante mi niñez, volvía los ojos hacia las cúspides de los cerros y me preguntaba, ¿quien las colocó ahí, por qué, para qué? Hoy, con mochila al hombro, decidí emprender una aventura y saciar mi curiosidad de una vez por todas aceptando el reto de un grupo de amigos Biólogos, a quienes prometí presentarles la cara desconocida de Acapulco.
No hay lugar desde cual no puedan apreciarse sobresaliendo en el paisaje y hasta causando terror al imaginar lo que sucedería si se desprendieran y arrasaran las construcciones a su paso. Subimos por el Cerro del Alto Mirador en la Col. Morelos, desde ahí se aprecian las vistas mas hermosas de la Bahía, justo a la mitad, como si estuviera en el ombligo del Puerto, emprendo mi recorrido acompañada también de una amiga a la que no le gusta lo “no urbano”.
Llegamos al límite del área de impacto por el avance humano, es triste observar la destrucción de la selva, y es que cada año la demanda por un pedazo de tierra sube en forma exponencial, creo que Acapulco no debe seguir creciendo hacia las partes superiores de los cerros, es peligroso si consideramos que su suelo erosionable es susceptible de reblandecerse en épocas de lluvias si ya no tiene la capa protectora de vegetación, el peligro aumenta. Se han visto casos donde las rocas se “sueltan” tal como sucedió allá por la tolva, en la carretera Acapulco-México.
Al paso, nos salen al encuentro pequeñas lagartijas y nos sobrevuelan rapaces y carroñeras. Vamos distinguiendo la flora nativa, no deja de enorgullecerme las caras de asombro ante lo que van admirando mis colegas. Tal vez no les alcance la memoria de sus cámaras fotográficas, todo a su paso amerita ser captado. Es hora de cambiar de ruta, aprovechando la luz solar nos dirigimos hacia Cumbres de Llano Largo he escuchado que entre los ríos de rocas de ese poblado, se forman cuevas que sirven de hogar a los murciélagos y que ahí existe aún fauna desconocida.
La subida es lenta y todo un reto, y es que las hojas secas y las hierbas dan la impresión de un piso firme, sin embargo solo cubren los huecos que se forman entre roca y roca, lo cual hace peligroso el ascenso. Una vez arriba, me siento exhausta, inhalando un fresco aire que golpea suavemente mi rostro, guardamos silencio y nos embelesamos contemplando el punto donde el cielo se une con el mar brillante que refleja luces entre el vaivén de las crestas de las olas. A lo lejos se escuchan el canto de advertencia de las urracas quienes se dieron por vencidas después de acompañarnos por el sendero.
Por fin, encuentro una roca grande y me subo a ella, la huelo, la acaricio y la contemplo. Cuán dura es, su forma esferoidal me recuerda que estas son rocas ígneas intrusivas, del grupo de las rocas más antiguas de la Tierra. Las edades de cristalización de las rocas datan entre los 65 a 35 millones de años a. C. durante el Mesozoico Superior y del Cenozoico, son rocas de granito, de textura granulosa al tacto, de color blanquecido- grisáceo en primera vista que nos indica el intemperismo al que han sido sometidas, por la acción del tiempo y de las corrientes de agua históricas. ¡Un garrobo se asusta con mi presencia y yo me asusto con la suya! Ahora tendrá que buscar otra roca para asolearse, porque yo no pienso cedérsela.
Así pasan 3 horas sin sentirse, de pronto, escuchamos detonaciones de rifles, creo que son cazadores de iguanas, es hora de marcharnos. Comienza el descenso, pero esta vez bajamos en automóvil, el vuelo de los pericos frente naranja nos indica que el atardecer está cerca. ¡Oh viejas centinelas del tiempo, que son el refugio de pequeños reptiles y que antes atestiguaron la existencia de los grandes saurios, miran hoy con incredulidad la destrucción del hombre, por el hombre!
jueves, 14 de junio de 2007
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