viernes, 5 de octubre de 2007

Aunque me espine la mano.


Por: Biol.Beatriz Astudillo

Ya se cayó el arbolito, donde dormía el pavorreal, y ahora dormirá en el suelo, como cualquier animal…

Hoy los ciudadanos informados y participativos analizan las acciones gubernamentales bajo un escrutinio minucioso; se acabaron los tiempos de los pretextos y las evasivas, y quienes tenemos la oportunidad de participar en medios, también tenemos la responsabilidad de contribuir con este florecimiento de conciencia; desde mis primeras participaciones en diarios guerrerenses por allá de 1999 he sido crítica de las acciones gubernamentales incorrectas priorizando las del tema de medioambiente.

Mi preocupación surge porque han pasado ya cinco meses de la comparecencia de Sabás Arturo de la Rosa Camacho en el Congreso Local ante los que “aseguró que la mayor parte de sus recursos no se va a gastos de asesores o de estudios o en programas de trabajo pagados a externos, como sucedió con su antecesor Daniel Monroy y que planteaba eficientar el área, hubo gobiernos que no invirtieron recursos, comercializaron y traficaron con animales (sic)”

Pero hasta la fecha los guerrerenses seguimos sin conocer quienes fueron estos funcionarios a los que hace referencia de la Rosa y cómo van los procesos a los que debieron ser sometidos por parte de la Contraloría Estatal y las Procuradurías de Justicia Estatal ó Federal según lo ameritaba el caso. Pues si l’águila siendo animal se retrató en el dinero, para subir al nopal, pidió permiso primero.

¿Cuál es entonces el papel de los legisladores locales? Porque garantes del cumplimiento de la Ley, lo dudo. “En su comparecencia el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), Sabás de la Rosa Camacho, aseguró que se detectaron graves irregularidades en las finanzas de la dependencia cuando fungió Daniel Monroy Ojeda como responsable, según resultados preliminares de la auditoría, por lo que el pleno del Congreso local demandó que se finquen responsabilidades”.

Afortunadamente los registros en la Jornada Guerrero existen como prueba para quienes no aceptamos la impunidad en un Estado tan castigado por esta lastimosa práctica. ¿Cuánto tiempo más tenemos que seguir esperando para conocer los resultados de las investigaciones en la Semaren señores diputados, señor gobernador, señor procurador de justicia? ¿Cuando me he de comer esa tuna, y atestiguar que la justicia es pronta y expedita como lo manda nuestra Carta Magna?

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